Un poco de Caminos de Michoacán, nombre temporal del grupo que decidí crear con ayuda de algunos amigos, tomando como base por supuesto el Aula de Senderismo de Sevilla, España, en la cual tuve la fortuna de participar en algunas salidas.
La segunda salida "oficial" la realizamos al municipio de Tacámbaro. Y he aquí un poco de dicha visita.
Habiendo quedado a las 8am con la banda para comenzar el viaje, por supuesto varios fuimos los que llegamos tarde, y otros cuantos aún más. Esta vez fueron dos coches los que tuvimos que llevar, más gente, lo cual es muy bueno para el grupo.
La primera parada fue en Villa Madero para desayunar, unas ricas gorditas de maíz con requesón, pollo, frijoles, lechuga, crema, etc. por un módico precio de $6 u $8 no recuerdo bien. Una vez satisfechos con las gorditas, damos media vuelta para continuar con los tacos, bistec, chorizo... para completar el desayuno.
Seguimos rumbo a Tacámbaro, llegando aprox. a las 11am al mirador Cerro Hueco, desde el cual (y después de un rato de búsqueda) vimos por primera vez La Alberca, un cuerpo de agua en un cráter, con un color verdoso que se confundía con la vegetación. El parque muy bien cuidado, con característicos "cenadores" hechos a base de concreto, pero como si hubieran sido hechos por un diseñador pues engañan fácilmente a la vista al parecer materiales naturales, troncos especialmente.
Bajamos de Cerro Hueco para llegar a la Alberca, no sin antes pasar por algo de beber pues el calor comenzaba a aumentar.
Una vez en el cráter, comenzaron los buenos comentarios, típicos, divertidos y un poco alzados de tono por parte de las chicas (pues cabe mencionar que a excepción mía, fueron solamente mujeres), vaya experiencia, de lo que uno se puede enterar estando entre tantas féminas... :P
Un poco me perdí, pues ante tal comodidad, dormí por un rato mientras ellas seguían con su fiesta, por supuesto, no faltaron las "buleras" que no dejaban dormir u.u jaja Lo mejor: Ellas tratando de vestirse (pues habían decidido nadar un rato) mientras TODOS los demás visitantes las observaban detenidamente haciéndoles bailes exóticos y muy insinuantes.
Una vez descansados, bañados y comidos, partimos hacia la cascada de Arroyo frio, la cual parece ser una gran cascada pero debido a la temporada, de cascada no tenía más que el nombre y un pequeño riachuelo.
Ya en Tacámbaro, un vendedor puso a prueba la inteligencia de las compañeras al retarlas a armar unos rompecabezas de madera y por supuesto, como era de esperarse, el vendedor salió triunfante.
Recorremos la plaza, compramos algunas chácharas, buscamos al señor de las nieves y pasamos un rato en una tranquila plaza frente a los bustos de Lázaro Cárdenas y Amalia Solórzano, con el sonido de la fuente a nuestras espaldas, una mujer esperando (eternamente) por una boleada de zapatos, unos sordos que a veces no escuchaban cuando gritaban, y las mujeres cantando esas bonitas y modernas canciones que a todo mundo pone en sintonía mientras el siguiente viaje se empezaba a cocinar..
2 comentarios:
todo muy bonitooo!!
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